El Espíritu Santo es descrito en la Antiguo testamento como omnipresente y omnipotente, cualidades que refuerzan su divinidad y papel crucial en la vida de los creyentes.
Hogaño mismo una persona puede recibir el Espíritu simplemente por arrepentirse de sus pecados, tener Convicción en Jehová, y pedir a Dios que le dé este don. Una ocasión que recibe el Espíritu Santo, Alá le atinará el poder de vencer sobre el pecado y de vivir una vida santa.
El primero se refiere al bautismo en agua en el nombre de Nazareno, el segundo al bautismo del Espíritu, entreambos hacen lo que llamamos el nuevo arranque.
Al darles Dios su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la condición o por la Certidumbre con que han aceptado el mensaje?
En lo referente a las cualidades del Espíritu Santo, teólogos cristianos asumen que es portador de dones sobrenaturales muy diversos que pueden transmitirse al hombre por su mediación.
Al imponerse las juicio encarnacionistas y por consiguiente resuelta la polémica del Hijo en favor de su divinidad, quedaron expeditas las cuatro interpretaciones mencionadas al comienzo del artículo. La interpretación arriana, referida al Espíritu Santo en tiempo de al Hijo, se desató en la segunda mitad del siglo IV y sus partidarios fueron denominados por sus adversarios «pneumatómacos», los que «matan al Espíritu».
Orar por espacios largos de tiempo u orar muchas veces para recibirlo no es necesario. Los que no reciben el Espíritu o no tienen la Convicción suficiente para recibirlo o no se han dolido completamente y no se han rendido cada área de sus vidas a Dios.
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Aunque los templos cristianos y su liturgia abundan en muestras de alabanza y reverencia a los ángeles, ambas teologías consideran que el culto se debe únicamente a Todopoderoso.
En el Espíritu de Dios hay arbitrio para ser libres de la opresión del enemigo y del poder del pecado y de la crimen. La albedrío que el Espíritu Santo nos da, es una que nos ayuda a estar la vida plena en Jesús, agradándole en todo y sirviéndole con Fruición.
Se le atribuyen características divinas, lo que implica que no solo es un concepto abstracto, sino una presencia activa y transformadora en la vida de los creyentes.
Apreciar la presencia del Espíritu Santo nos confirma nuestra existencia: ¡somos hijos de Alá! Esa certeza nos lleva a tener una relación cercana y preciosa con nuestro Padre celestial. Nuestra verdadera identidad está ahí: somos hijos del Jehová todopoderoso y nadie podrá cambiar eso nunca.
En la Sagrada escritura se nos deje del Espíritu como un sello, this content pues la palabra de Alá dice que nos sella para el día de la redención, tal como se nos dice en Efesios 4:30 «Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención«
¿Posiblemente no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Alá? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Luego, honren con su cuerpo a Todopoderoso.